-Últimamente me ha dado por unirme a la hord de ciclistas masivos en esta ciudad. Y es que después de tantos años con el interés, después de que el verano pasado me lo pasé prácticamente a dos ruedas todo el tiempo recorriendo Amsterdam, no me había enterado bien. No me había fijado. Pensaba que era yo solo e incauto contra un mar de autos navegados por chilangos que no respetan ni a su madre mientras van al volante. Ni se diga los peseros. Menos la gente incauta que se «arroja» para salir de los peseros sin voltear a ver más que al cielo.
-De ahí pues, que después de varias tardes aburrido en mi ex-oficina, abriendo miles de perfiles de twitter al azar para matar los últimos momentos que nos quedaban en un jueves por la tarde descubrí el paseo de todos. Así es, cientos de ciclistas reunidos el último jueves de cada mes para imponernos como la fuerza merecedora de usar las calles con prioridad durante una noche al mes. El resultado fue exquisito, según mis cálculos (x mis cálculos, no son nada confiables) superábamos el millar de asistentes y al conocer tanta gente incluida la pequeña Camila(niña de 10 años que aguanto todo el recorrido presumiendome que ya no usaba rueditas) decidí buscar más grupos.
-Pues los hay varios, pero a lo que voy, vamos, antes que me desvíe más, es que ayer, mientras tenía mi primer recorrido desde Av. de la Paz hasta Garibaldi junto a la División del Sur (http://www.divisiondelsur.com/) me marcó una amiga, una amiga sorprendida por lo largo del recorrido y totalmente metida en la idea de que para ella era imposible. Lo mismo pensé yo antes, pero al encender mis recién adquiridas lucecitas de calavera, solo me queda ver las luces del Distrito Federal y poner dos rolitas para animarme…..
@malosotenebroso
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